
Un año más, se hace el silencio en el aula, va a comenzar la lectura. El alumnado de Primero y Segundo de ESO, dentro del Plan de Fomento de la Lectura, dedica una clase diaria a la lectura en voz alta. Durante unas semanas se asoman un ratito cada día a otros mundos: el de Mot en el futuro, el de Greg en su instituto, el del amor de Pomelo y Limón a pesar de los obstáculos, el de Adriana y su adolescencia, e incluso se meten en plena Edad Media en las intrigas de la Escuela de traductores de Toledo, acompañados de tres chicos que les demuestran que la amistad y el amor van mucho más allá de las diferencias culturales y religiosas.
La actividad atrae bastante la atención de la mayoría, que siguen la lectura disfrutando de ella. Leer para el grupo les hace protagonistas durante unos minutos y, poco a poco, todos pierden el miedo, incluso se enfadan si no les da tiempo a leer a todos. Leer para el grupo también une al grupo, a la vez que les enseña a respetarse.
Cada día leen mejor que el anterior, y, además, ellos están esperando que les toque otra vez para demostrar a todos que se van superando.
En fin, leer, comprender, respetarnos y disfrutar con la lectura. La experiencia merece la pena; basta con verlos.