Descripción
Departamento: Castellà. Llengua i LiteraturaFilosofiaValencià. Llengua i Literatura
Dia Internacional de l’Eliminació de la Violència de Gènere.
PROGRAMACIÓ DIA 25 DE NOVEMBRE
9: 25H.- Programa de ràdio (4t Filosofia)
CONVIDADA ESPECIAL: Teresa Fuster Tormo, Psicòloga especialista en violència de gènere
Professors: Esther, Raquel i Luis
10:20h.- Charla sobre Mitos del amor romántico con Teresa Fuster Tormo para 1º FPB – PELUQUERÍA
Profesor: Luis
11:15-11:35h.- Actividades en el patio:
Minuto de silencio
Lectura manifiesto
Lectura de poemas y escritos
13:25-13:45h.- Fotografía aérea al grito de: «NO ES NO».
14:40h.- Charla sobre Mitos del amor romántico Teresa Fuster Tormo para 1º BAC.- Filosofía
Poema escrito por la alumna de segundo de bachillerato YASMINA LABHAR NASSIBI
Primer grito
y no sé cómo reaccionar.
Pasan unos segundos más,
está con la cabeza agachada.
Parece que se arrepiente.
Se acerca a mí, me mira
y me dice:
«mira lo que me has hecho hacer».
Me asoma las manos
y me pide perdón.
Le perdono porque le quiero.
Ahora es un grito más salvaje
veo la furia que desprende
y no puedo evitar sentirme culpable.
Esta vez me agarra de las muñecas
mientras me grita.
Intento soltarme de él
pero su fuerza me supera.
Por fin me suelta,
pero no dice nada.
Simplemente se va,
da un portazo
y me hundo en la miseria
mientras que el miedo me acorrala.
Vuelve con un ramo de rosas.
Me trae las que me gustan
y me pide perdón diciendo
que no volverá a pasar.
Yo, le perdono.
Le perdono porque le quiero.
De nuevo me grita,
pero esta vez el grito
va acompañado de un guantazo.
Se aleja y se mira las manos
como quien acaba de matar
y se sorprende de la sangre.
Solo que a mí no me ha matado
pero sí me ha roto en trozos.
Tengo miedo y no sé que hacer,
sólo me alejo de él.
Me voy a mi cuarto a llorar
mientras él sigue fuera.
Sé que no lo ha hecho adrede
ni tampoco queriendo.
Sé que en el fondo se arrepiente.
Salgo a ver cómo está,
le cojo las manos e ingenua de mí
le digo: «lo siento».
Yo me lamento de su acto
otro día más que no son sólo
guantazos,
son palizas que me da cada día.
Por no hacerle caso,
por dejarle sin la comida hecha,
por no haber limpiado,
por hablar con mi compañero
de trabajo (que me quiere
y por eso es tan celoso),
por negarme a dejar mi empleo,
por vestir como quiero
y por salir sin permiso.
Ya no tengo fuerzas,
tengo el alma quemada.
Sólo quiero salir de este infierno
pero es demasiado tarde.
Quiero escapar de esta pesadilla
donde me tiene encerrada.
Estoy cansada de:
«caerme en la bañera»,
«darme con la puerta»,
«quemarme cocinando»,
«tropezarme con el suelo»,
«resbalarme por las escaleras»
y «darme con la mesita».
Estoy cansada de ser tan patosa.
De oír: «diremos que estás loca
e intentaste suicidarte».
Cansada de escuchar:
«eres mía y de nadie más»,
«si sales por esa puerta
date por muerta»,
«aquí, mando yo
y se hace, lo que yo digo».
Estoy harta y por eso me voy.
Se da la vuelta y le miro
le digo que se acabó.
Se acerca poco a poco
y me clava sus ojos
en los míos.
Lanza mi maleta contra la pared.
Me agarra del pelo
y me masacra a golpes.
Me tira al suelo y yo sólo lloro.
Intento escapar, me restriego
con el suelo.
Él no cesa y no lo tiene pensado.
Me pega con lo que pilla
mientras me grita y me hace entender
que yo sólo sirvo para estar
donde estoy.
Estoy llorando lágrimas de sangre,
si mi cuerpo es lo único que hace.
Sangrar.
Ya no siento los golpes.
Ya no duelen.
Siento un vacío en mi interior,
pero siento que mi alma se libera.
Quiero moverme pero no puedo.
Ahora estoy feliz porque veo la luz,
aquella luz al final del túnel
que dicen que se ve.
Siento que viajo por él
y me siento libre.
Porque ya no estoy viva.
Estoy muerta.
Él me ha matado
y supongo que mi cara
no durará más de dos
minutos en el telediario.
Se terminó el sufrir
aunque mi vida,
como él me dijo,
haya llegado a su fin.