CASCADA DE LAS LASTRAS DE AGUAS BRAVAS EN MÁMOLES CON NIÑOS

CASCADA DE LAS LASTRAS DE AGUAS BRAVAS EN MÁMOLES CON NIÑOS

Imagina un día soleado en Mámoles, un pintoresco pueblo en el corazón del Parque Natural Arribes del Duero, listo para ser explorado. La Cascada de las Lastras de Aguas Bravas espera tranquilamente, invitando a las familias a descubrir su belleza oculta. Con una ruta sencilla de apenas 5,4 kilómetros, es la ocasión perfecta para que los más pequeños disfruten de la naturaleza mientras aprenden sobre el paisaje que los rodea. La aventura comienza en la Plaza de la Iglesia del pueblo, donde la emoción se siente en el aire.

Caminar con niños por senderos bien señalizados es una experiencia maravillosa, y la cascada, especialmente impresionante tras unas buenas lluvias, resulta un magnífico telón de fondo para las risas y los juegos. Además, durante la ruta, hay oportunidades para avistar aves y darse un festín con la riquísima biodiversidad del lugar. Sin duda, una escapada que, aunque corta, se convierte en un recuerdo imborrable para grandes y pequeños.

Explorando los Encantadores Paisajes de Mámoles

En esta ocasión, te invito a descubrir una ruta de senderismo sencilla que te llevará a la deslumbrante Cascada de Las Lastras de Aguas Bravas y al impactante Mirador del Testero del Burro. Este recorrido no solo ofrece vistas del asombroso salto de agua, sino también de las empinadas y abruptas paredes que enmarcan la garganta fluvial de Arribes del Duero.

Un Tesoro Natural en el Corazón de la Selva

Situado en el corazón del Parque Natural Arribes del Duero, el pequeño pueblo de Mámoles es uno de los encantos de la comarca de Sayago. Su inestimable valor paisajístico y faunístico le ha valido un lugar en la Reserva de la Biosfera Transfronteriza, reconocida por la Unesco como parte de la Meseta Ibérica.

La Ruta que No Querrás Perderte

Si estás buscando una aventura que combine belleza natural y accesibilidad, esta ruta de senderismo es perfecta para ti. A lo largo del camino tendrás la oportunidad de disfrutar de:

  • Vistas impresionantes de la Cascada Lastras de Aguas Bravas.
  • Imponentes miradores que ofrecen panorámicas sobre el Duero.
  • Un entorno natural lleno de vida y biodiversidad.

No pierdas la oportunidad de conectar con la naturaleza en un lugar donde el paisaje y la tranquilidad se funden en una experiencia inolvidable.

Descubriendo la Cascada de las Lastras de Aguas Bravas

Situada en el corazón de la naturaleza, la Cascada de las Lastras de Aguas Bravas es un destino que invita a la aventura. Si planeas visitarla, comienza tu recorrido en Zamora y toma la carretera CL-527 rumbo a Bermillo de Sayago. Este trayecto te conducirá hacia una conexión fundamental, la vía ZA-304, que te llevará directamente a Fariza, la localidad más cercana.

Una vez que llegues a Fariza, deberás seguir una travesía asfaltada que, aunque puede resultar algo estrecha, es tu pasaje directo hacia Mámoles, desde donde podrás acercarte a la impresionante cascada.

"La travesía hacia la cascada no solo es un viaje, sino una inmersión en la belleza rural que nos rodea."

Instrucciones detalladas para el viajero

Al salir de Zamora, asegúrate de seguir las señales adecuadamente y disfrutar del paisaje que ofrece el trayecto. La CL-527 no solo es un camino, sino un trayecto que conecta el alma con la esencia de la naturaleza.

Consejos para la visita

No olvides prepararte para una experiencia inolvidable. La visita a la cascada debe ser una oportunidad para respirar aire puro y disfrutar del sonido relajante del agua. Recuerda que el viaje a través de la travesía de Fariza te llevará al corazón mismo de la aventura.

Un recorrido cautivador hacia el Mirador del Testero del Burro y la Cascada de Aguas Bravas

La aventura comienza en el Km. 0 de la etapa 29 del Camino Natural “Mámoles – Fermoselle”, donde convergen tres rutas señalizadas de forma clara. En este punto, justo junto a la caseta del transformador situada por encima de la iglesia, se encuentra un cartel que anuncia el camino hacia el Mirador del Testero del Burro.

“Los tres caminos están marcados con balizas blancas y rojas, guiándonos en esta travesía mágica por la naturaleza.”

Al emprender la marcha, nos adentramos en un sendero agrícola flanqueado por las típicas paredes de piedra de Sayago conocidas como “cortinas”. Este trayecto nos brinda la oportunidad de apreciar una construcción de incalculable valor etnológico: un pozo resguardado por lanchas de roca granítica que se erige majestuoso en forma de pórtico, nombrado cariñosamente «El Pocico».

Sin darnos cuenta, nuestras pisadas nos conducen a una pradera donde nos recibe la Fuente del Sapo. Desde aquí, iniciamos un descenso hacia el arroyo de la Rivera, donde un puente de piedra nos espera. Existen dos rutas para llegar a este punto, ambas viables, y lo mejor de todo, con distancias casi equivalentes.

“Elegir entre la finca particular o la pista forestal es solo cuestión de preferencia, dado que ambas nos guiarán hacia el mismo destino.”

Optamos por caminar a través de la finca privada para el primer tramo y regresamos por el área recreativa en el segundo. En cualquier caso, una vez que llegamos al puente sobre el arroyo, nos topamos con una señalización que nos invita a decidir: girar a la derecha nos llevará al Molino de Fraguales, mientras que a la izquierda nos aguarda el mirador y la cascada.

El molino se halla a escasos 300 metros, lo que permite avistarlo sin problemas ya sea a la ida o a la vuelta. Sin embargo, decidimos dejarlo para el regreso. Continuamos nuestro recorrido hacia el mirador, inmersos en un bosque de encinas y escobas. Un paso más, y cruzamos un riachuelo por medio de pontones de piedra, una dificultad mínima que incluso los niños pueden superar sin tropiezos.

“A 1.5 km del Mirador del Testero del Burro y 1.6 km de la cascada, empezamos a maravillarnos con los impresionantes cortados de la garganta fluvial de los Arribes del Duero.”

A medida que avanzamos, nos asomamos a un mundo pareciera sacado de un cuento: las imponentes paredes verticales, esculpidas por la fuerza del río Duero durante eones, se imponen ante nosotros. Y no sería sorpresa avistar a algunos buitres leonados sobrevolando las aguas, posándose sobre los farallones. Esta danza natural se captura con plenitud desde el Mirador del Testero del Burro.

En nuestro camino encontramos otra bifurcación, cada dirección nos lleva a un destino: el mirador o la cascada. Sin dudar, dirigimos nuestros pasos hacia la Cascada de las Lanchas de Aguas Bravas, donde decidimos relajarnos un buen rato en este balcón natural sobre el río Duero.

El agua caída del arroyo de la Rivera de Mámoles forma un salto de aproximadamente 70 metros, deslizándose entre las formaciones rocosas graníticas para unirse finalmente al río Duero. En su entorno, se han esculpido escalones y se han colocado cuerdas, facilitando la visualización del torrente, aunque poco se puede acercar a la cascada.

“El mejor ángulo para contemplar su esplendor se encuentra en el mirador, pero la cercanía a las Lanchas de Aguas Bravas es igualmente cautivadora.”

Después de disfrutar de esta maravilla natural, solo queda retroceder en el sendero, decidiendo si desviarnos hacia el Molino de Fraguales. Esta parte del trayecto es optativa, aunque resulta enriquecedora, pues ilustra la relevancia del agua en la tradición sayaguesa. Simplemente hay que cruzar otro puente y abrir una portezuela para llegar al molino.

Esta construcción, que se encuentra junto al río, nos permite observar de cerca la tolva, la muela y los rodeznos que antaño fueron utilizados para triturar trigo mediante el poder del agua.

Si tras esta ruta aún buscas más, desde el pueblo de Mámoles se inicia un sendero hacia el Mirador de El Cueto, donde se presenta una imagen sublime de los meandros del río Duero y los campos cultivados, realzados por los vibrantes viñedos y olivares de Mámoles y de su vecino portugués, Vila Chã.

Guía de Alojamientos en Mámoles: Tu Viaje Perfecto

Si tienes la intención de visitar Mámoles, te alegrará saber que en el mismo corazón del pueblo se encuentra un alojamiento rural que brinda una calidad de servicio excepcional a un precio asequible. Hablamos de la Casa Rural La Alquería de Mámoles, un lugar que seguramente cumplirá con tus expectativas.

No obstante, Mámoles no es el único sitio donde puedes quedarte. Hay una variedad de opciones de hospedaje en el espléndido Parque Natural Arribes del Duero, perfecto para disfrutar de la naturaleza y el aire libre. Para más información sobre estos alojamientos, te invito a explorar los enlaces que encontrarás a continuación:

FAQ - Preguntas Frecuentes

¿Cuánto dura la ruta a la cascada?

La ruta dura aproximadamente 1 hora y 30 minutos.

¿Es apta para niños?

Sí, es una ruta sencilla y adecuada para disfrutar en familia.

¿Cuál es la distancia de la ruta?

La ruta tiene una distancia de 5,4 kilómetros.

¿Cuál es el mejor momento para visitar la cascada?

De noviembre a mayo, cuando el caudal es mayor tras las lluvias.

¿Dónde comienza la ruta?

Empieza en la Plaza de la Iglesia de Mámoles.

¿Está bien señalizada la ruta?

Sí, la ruta está correctamente señalizada con marcas blancas y rojas.

¿Qué tipo de paisajes se pueden ver en la ruta?

Durante la caminata, disfrutarás de paisajes de gran valor paisajístico y diversas vistas de aves.

¿Es necesaria mucha preparación física?

No, se recomienda para cualquier persona, sin requerir gran esfuerzo físico.

¿Se puede ir con carritos de bebé?

Es mejor evitar los carritos, ya que algunos tramos pueden ser difíciles.

¿Qué otras actividades se pueden hacer en Mámoles?

Además de la ruta, se puede explorar el entorno natural del Parque Natural Arribes del Duero.

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