que es la teoria biogenista

Comprendiendo la teoría biogenista explicada por la biogénesis

El concepto de biogénesis se utiliza en el ámbito de la ciencia biológica para hacer referencia al principio que establece que todo ser vivo surge a partir de otro ser vivo. Asimismo, este término engloba el proceso de producción y transformación de sustancias químicas en los organismos.

Teoría de la biogénesis

La teoría de la biogénesis afirma que solo se puede generar vida a partir de vida preexistente. En otras palabras, la vida nunca surge de elementos inorgánicos. La célula es la unidad más pequeña y simple que posee vida independiente.

Siguiendo esta línea de pensamiento, se sostiene que no existe la generación espontánea de vida a partir de sustancias no vivas. Por el contrario, la teoría de la generación espontánea argumenta que las plantas y los animales pueden surgir del barro o de restos de seres vivos.

Antes dominante, la teoría de la generación espontánea comenzó a ser cuestionada a mediados del siglo XVII. A medida que se demostraba que incluso los microorganismos requieren de un ser vivo para surgir, la biogénesis ganó fuerza como principio explicativo del origen de la vida.

Qué es Biogénesis

La teoría de la biogénesis: una nueva perspectiva sobre el origen de la vida

Durante siglos, la comunidad científica y filosófica creía en la generación espontánea o abiogénesis, es decir, la idea de que los organismos pueden surgir de forma espontánea a partir de materia inorgánica, gracias al principio activo de la vida. Sin embargo, en el siglo XVIII, surge una nueva alternativa: la teoría de la biogénesis.

​Esta teoría plantea que todos los organismos provienen de otros seres vivos preexistentes, y no de una generación espontánea. Fue en 1887 cuando John Tyndall realizó experimentos que respaldaron la teoría de la biogénesis y demostraron que la generación espontánea era un mito.

Gracias a los experimentos de Louis Pasteur, se comprobó que la vida se origina a partir de la reproducción de células vivas, y no de la materia inanimada como se creía anteriormente. Con esto, la teoría de la biogénesis fue finalmente aceptada como válida en el campo científico.

Biogénesis y abiogénesis

El concepto de abiogénesis, propuesto por el biólogo Thomas Huxley en 1870, hacía referencia a aquellos que defendían la teoría de la generación espontánea como el origen de la vida.

Ley de la biogénesis

La ley de la biogénesis, también conocida como "omne vivum ex vivo" o "omne vivum ex ovo", resume los resultados empíricos obtenidos por Pasteur y otros. Estos resultados demostraron que la vida no surge espontáneamente de elementos inanimados presentes en el entorno.

La ley de la biogénesis, de forma resumida, señala que toda vida proviene de vida existente, en contraposición a la antigua teoría de la generación espontánea.

Los diversos experimentos realizados por Pasteur y otros científicos verificaron empíricamente la validez de esta ley, refutando la idea de que la vida puede surgir de manera espontánea a partir de elementos no vivos.

Los principales mediadores de la formación de mitocondrias

Otros reguladores de la biogénesis mitocondrial

Entre los diversos reguladores de la biogénesis mitocondrial, hay algunos que se destacan por encima de los demás. Estos son: el coactivador transcripcional PGC-1α, y los factores de transcripción NRF-1, NRF-2 y Tfam.

Los factores de transcripción

Los factores de transcripción son proteínas que pueden unirse al ADN en una zona específica para regular la transcripción de un gen. Pueden activar o inhibir la transcripción según sea necesario.

Los coactivadores transcripcionales

Los coactivadores transcripcionales también son proteínas, pero su función es indirecta. Es decir, no se unen al ADN. En cambio, actúan como intermediarios entre las moléculas y factores involucrados en el proceso de transcripción. Sin ellos, la ARN polimerasa no podría cumplir su tarea.

Un trabajo en equipo

Ambas clases de proteínas trabajan en conjunto con otras moléculas y factores para asegurar que la transcripción se lleve a cabo de manera correcta. Sin la colaboración de todos estos elementos, la biogénesis mitocondrial no podría tener lugar.

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El experimento de Pasteur

La teoría de la generación espontánea y su refutación

La creencia de que la vida puede surgir de forma espontánea persistió durante varios siglos, a pesar de los intentos previos de desmentirla, como los realizados por el sacerdote Lazzaro Spallanzani. Este científico demostró que si se calentaba un recipiente con caldo previamente cerrado con cuidado, no se producía el crecimiento de microorganismos.

Sin embargo, los seguidores de la ortodoxia de la época argumentaban que esto se debía a que el calentamiento había matado toda vida presente en el caldo.

Fue finalmente en 1861 que el químico francés Louis Pasteur proporcionó evidencia irrefutable para desmentir estas creencias y demostrar la teoría de la biogénesis.

Pasteur llevó a cabo un experimento en el que llenó unos matraces de cuello largo en forma de S con solución nutritiva. Esta forma peculiar de los matraces permitía la entrada de aire, pero evitaba que los microorganismos entraran en contacto con la solución, pues quedaban atrapados en la curva del cuello del matraz.

Luego, el científico calentaba los matraces para eliminar cualquier tipo de microorganismo que pudiera estar presente en la solución. Como resultado, la solución permanecía inalterada durante semanas. Sin embargo, si se rompía el cuello del matraz, se podía observar la contaminación de la muestra en cuestión de días.

De esta manera, Pasteur demostró que los microorganismos que crecen en materia inerte no surgen de forma espontánea, sino que son atraídos por el aire.

La importancia de la teoría de la generación espontánea en la vida

En relación a la teoría de la biogénesis, es importante destacar que su comprensión no resulta complicada. Si bien es evidente en el contexto de los nacimientos animales, su explicación se vuelve más compleja en otros ámbitos, como por ejemplo, en el proceso de putrefacción.

Sin embargo, es crucial tener en cuenta que esta teoría no aborda el origen de la vida en sí, ya que no puede determinar qué fue lo que originó el primer organismo vivo. Por este motivo existen diversas teorías que tratan de explicar dicho origen, algunas de ellas basadas en la abiogénesis, es decir, en la creación de vida a partir de materia inorgánica en un principio. Incluso hay teorías que apuntan a la exogénesis, sosteniendo que la vida proviene del exterior del planeta Tierra.

Teoría de la biogénesis

El descubrimiento de los microorganismos por Anton van Leeuwenhoek en 1668 provocó el surgimiento de la teoría de la biogénesis.

Esta teoría fue utilizada por los seguidores de la generación espontánea como prueba de que la vida surge de manera espontánea en el mundo microscópico.

Sin embargo, los intentos por demostrar la validez de la biogénesis y refutar la generación espontánea mediante experimentos, generaron una división entre los expertos, creando así dos grupos: los biogenistas y los abiogenistas.

El experimento de Redi

Un experimento realizado por este investigador demostró que los insectos no aparecen espontáneamente. Para comprobarlo, colocó diferentes tipos de carne en ocho frascos de vidrio, dejando cuatro destapados y cubriendo los otros cuatro con gasa, permitiendo el paso del aire pero no de los insectos.

Después de unos días, las carnes descubiertas mostraban larvas, mientras que las cubiertas no parecían contener vida. Este experimento reveló que las moscas necesitan depositar sus huevos en la carne para que aparezcan otros insectos de su especie. Esto se relaciona con la teoría de la biogénesis y hubiera sido un éxito para refutar la generación espontánea si no fuera por los descubrimientos del holandés Anton Van Leeuwenhoek, considerado el padre de la microbiología.

Pocos años después del experimento del italiano, Leeuwenhoek lo repitió pero examinando las carnes con un microscopio. En ambas carnes, tanto destapadas como cubiertas, se podían observar microorganismos, lo que respaldaba la idea de la generación espontánea al menos en estos tipos de organismos.

Aristóteles Filósofo griego

Aristóteles: también conocido como Aristóteles de Estagira, nació en Macedonia en el año 384 a.C. Fue estudiante de Platón y mentor de Alejandro Magno.

Creyentes de la generación espontánea: al igual que sus predecesores, Aristóteles sostuvo que ciertos seres vivos surgían de manera espontánea. Según él, la materia poseía un principio activo, llamado "Entelequia", que podía generar vida. Esta creencia había sido profundamente arraigada en la antigüedad.

El comienzo de la teoría de la generación espontánea

La biogénesis frente a la generación espontánea

Es imposible abordar la biogénesis sin mencionar el modelo que alguna vez estuvo enraizado en el campo científico y popular. La generación espontánea proclamaba que se podía dar vida a partir de la materia inerte. Esta creencia se basaba en la observación de cómo, después de la putrefacción de una muestra orgánica, aparecían insectos y microorganismos que antes no estaban presentes.

El progreso de la teoría de la biogénesis

Fue todo un logro cuando la teoría de la biogénesis logró desacreditar un modelo que había prevalecido durante muchos años en la sociedad. Se cree que la idea de la generación espontánea se originó en la Antigua Grecia, de la mano de Aristóteles. El filósofo afirmaba que ciertas formas de vida podían surgir espontáneamente a partir de la materia inerte. Por ejemplo, se creía que los gusanos nacían del barro calentado por el sol y que las moscas surgían de la carne en descomposición.

Durante siglos, estas creencias propuestas por Aristóteles se mantuvieron sin ser cuestionadas. No fue hasta el siglo XVII cuando alguien se atrevió a refutarlas. Fue el naturalista italiano Francesco Redi quien cuestionó la idea de la generación espontánea.

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