con que ciencia se vincula el pragmatismo

Descubre la conexión entre el pragmatismo y la ciencia: una mirada profunda

La filosofía pragmatista se basa en la interconexión entre la teoría y la práctica. Se trata de un proceso en el que la teoría surge de la práctica y vuelve a aplicarse en la práctica, dando lugar a lo que se conoce como práctica inteligente. Algunos conceptos clave dentro de esta corriente incluyen el instrumentalismo, el empirismo radical, el verificacionismo, la relatividad conceptual y el falibilismo. Por lo general, los pragmatistas están de acuerdo en que la filosofía debe considerar los métodos y los conocimientos de la ciencia moderna.

Características del pragmatismo

El Pragmatismo en Diferentes Esferas del Conocimiento

En la actualidad, la filosofía pragmática se puede encontrar en diversas áreas del saber, especialmente en la política y la gestión pública y privada. En el ámbito público, su aplicación se traduce en la prestación de servicios eficaces y la gestión eficiente de recursos, sin influencia de valores ideológicos.

En el sector privado, por otro lado, el pragmatismo se enfoca en la obtención de resultados por encima de cualquier proceso en particular. En este caso, el éxito o fracaso de una iniciativa se mide únicamente por si se logran alcanzar los resultados deseados en tiempo y forma. El resultado final se considera como el verdadero.

Por esta razón, esta disciplina valora la experiencia y el conocimiento práctico sobre las doctrinas preconcebidas que a menudo rigen una actividad basándose en tradiciones que pueden ser contraproducentes. De hecho, el pragmatismo fue fundamental en la formación de los estados modernos frente a la influencia del fundamentalismo religioso y el autoritarismo.

Qué es el pragmatismo

El pragmatismo: un sistema filosófico que surge formalmente en Estados Unidos en 1870 y propone que solo es válido el conocimiento útil en la práctica. Se desarrolla principalmente bajo las propuestas de Charles Sanders Peirce, William James y John Dewey. También es influenciado por Chauncey Wright, la teoría darwiniana y el utilitarismo inglés.

Aunque en el siglo XX su influencia disminuyó significativamente, hacia la década de 1970 recuperó su popularidad gracias a autores como Richard Rorty, Hilary Putnam, Robert Brandom, Philip Kitcher y How Price, quienes han sido nombrados los "nuevos pragmatistas".

Algunos conceptos clave

En el transcurso del tiempo, hemos utilizado diversas herramientas para asegurar nuestra adaptación al entorno y aprovechar sus elementos para sobrevivir.

Indudablemente, muchas de estas herramientas han surgido a partir de la filosofía y la ciencia. El pragmatismo, en particular, plantea que la función principal de ambas debería ser generar conocimientos prácticos y útiles con estos fines.

En otras palabras, según el pragmatismo, las hipótesis deben ser evaluadas en base a sus posibles consecuencias prácticas. Esta perspectiva ha tenido implicaciones en conceptos e ideas más específicos, como la definición de "verdad", cómo definir el punto de partida de una investigación y la comprensión y relevancia de nuestras experiencias.

Historia del pragmatismo

La invención del pragmatismo es atribuida a Charles Pierce (1839-1914), un lógico y científico de Estados Unidos. Durante los años 1871 y 1872, Pierce lideró diversas reuniones del Cambridge Metaphysical Club junto a otros intelectuales de Harvard, como William James, Joseph Warner, Nicholas St. John Green, Chauncey Wright y Oliver W. Holmes Jr.

En estas reuniones, el grupo de Pierce se basó en la noción de creencia de Alexander Bain para desarrollar la idea del pragmatismo. Bain afirmaba que la creencia era "aquello que hace que un hombre esté dispuesto a actuar".

Sin embargo, los primeros escritos sobre el pragmatismo surgieron cuando Pierce publicó seis artículos en 1878 bajo el título "Ilustraciones de la lógica de la ciencia". Aunque en ellos no se mencionaba explícitamente el término "pragmatismo", cada uno de ellos contenía la esencia de la idea del pragmatismo.

No fue hasta 1907 que William James publicó el libro "Pragmatismo", donde explicó los orígenes griegos y alemanes del término y su relevancia en la filosofía.

Conceptos claves del pragmatismo

Para entender adecuadamente este movimiento filosófico, es crucial tener una comprensión clara del significado de ciertas nociones dentro de su marco teórico. Sin embargo, es importante tener en cuenta que los pragmatistas tienen diferentes perspectivas.

El pragmatismo sostiene que no existen verdades absolutas, substanciales o inmutables. En su lugar, el valor de una verdad es determinado por su capacidad para preservar y mejorar la experiencia humana. Por lo tanto, el propósito de la filosofía y la ciencia es identificar y satisfacer necesidades.

Pero, ¿cómo evaluamos la utilidad de los conceptos? A través de la experiencia y la verificación empírica de los resultados. En otras palabras, un conocimiento sólo es valioso si ha sido útil en alguna forma.

Conceptos generaleseditar

El pragmatismo es una corriente filosófica que valora la importancia de las consecuencias como forma de determinar la verdad o el significado de las cosas. A diferencia de otras escuelas filosóficas como el formalismo y el racionalismo, el pragmatismo ve los conceptos humanos y el intelecto como una representación y no como el verdadero significado. Esta corriente sostiene que el significado se define a través del debate entre organismos inteligentes y su entorno, rechazando la idea de una verdad absoluta y aceptando que las ideas son provisionales y están sujetas a cambios.

Sin embargo, existen diversas interpretaciones y divisiones sobre lo que realmente es el pragmatismo. Algunos, por ejemplo, se oponen a la practicidad como parte del pragmatismo, mientras que otros la ven como una consecuencia directa de esta filosofía. Esto se debe a las diferentes nociones del término y su uso en distintos contextos.

Es importante destacar que una mala comprensión del pragmatismo puede llevar a generar prejuicios, cuando en realidad es todo lo contrario. Por ejemplo, en la política se suele hablar de pragmatismo, pero muchas veces se utiliza de manera errónea. El pragmatismo político a menudo se basa en prejuicios y descarta las consecuencias que no se ajustan a esas creencias previas, lo cual contradice el verdadero sentido del pragmatismo filosófico. Por lo tanto, es necesario comprender a fondo esta corriente para evitar malentendidos y aplicarla adecuadamente en todos los ámbitos.

Principios básicoseditar

El filósofo Dewey, en su obra The Quest for Certainty, cuestionó lo que él denominó "la falacia filosófica": la tendencia de los filósofos a dar por sentadas categorías mentales y físicas como si fueran conceptos absolutos, generando confusión metafísica y conceptual. Por ejemplo, la creencia en un "Ser último" o un "reino del valor", y la idea de que la lógica no tiene relación con el pensamiento concreto. Esto, según Dewey, se debe a la invención de términos nominales para resolver problemas particulares.

Desde sus inicios, los pragmáticos buscaron reformar la filosofía y alinearla más con el método científico. Criticando a las corrientes idealistas y realistas, que consideraban el conocimiento humano como algo inaccesible para la ciencia, los pragmatistas defendían una perspectiva fenomenológica basada en la teoría de la correspondencia entre conocimiento y verdad. Sin embargo, cuestionaban el apriorismo de las primeras y la creencia en la correspondencia como un hecho inanalizable en las segundas. En cambio, el pragmatismo propone una explicación de la relación entre conocimiento y realidad más concisa y práctica.

En 1868, C.S. Peirce argumentó que no existe una intuición pura o una introspección privilegiada para acceder al conocimiento absoluto. Según su postura, la conciencia de un mundo interno es una inferencia hipotética basada en hechos externos. A diferencia de la filosofía tradicional, que considera la introspección y la intuición como herramientas fundamentales, Peirce sostiene que no hay un conocimiento completamente primario en el proceso cognitivo y que éste puede ser analizado en etapas más específicas. De esta manera, la introspección no proporciona un conocimiento privilegiado sobre la mente, ya que el "yo" es una construcción hipotética basada en inferencias.

Legado y relevancia contemporáneaeditar

En el siglo XX, los movimientos del positivismo lógico y la filosofía del lenguaje ordinario presentan semejanzas con el pragmatismo. Si bien el positivismo lógico también propone un criterio para verificar el significado y evitar la metafísica sin sentido, no se centra en la acción como lo hace el pragmatismo. Además, los pragmatistas no suelen usar su máxima del significado para rechazar completamente la metafísica como algo inútil. En cambio, su enfoque es corregir las doctrinas metafísicas o construir teorías verificables empíricamente.

La filosofía del lenguaje ordinario está más cerca del pragmatismo que otras corrientes filosóficas, ya que se centra en el uso del lenguaje en un contexto específico en lugar de abordar relaciones abstractas entre el lenguaje y el mundo.

El pragmatismo tiene conexiones con otras corrientes filosóficas. De hecho, gran parte de su trabajo se desarrolló en diálogo con filósofos como Henri Bergson y Alfred North Whitehead, quienes no son considerados pragmáticos en su totalidad, debido a sus diferencias en otros aspectos. (Douglas Browning y otros, 1998, Rescher, SEP)

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