
La esencia fallera: Día del Fallero y Fallera Mayor Infantil, corazón de las Fallas
Ser fallero es mucho más que simplemente participar en las fiestas y tradiciones de las fallas. Implica ser parte de una comunidad, de una cultura y de una pasión por mantener vivas las raíces de nuestra ciudad. En la actualidad, se estima que en la Comunidad Valenciana hay alrededor de 250.000 falleros, cifra que aumenta cada año con la incorporación de nuevos miembros a esta gran familia. Y es que ser fallero no tiene edad, como lo demuestra el Día del Fallero que se celebra cada 16 de marzo en honor a San José, el patrón de los carpinteros y protector de los monumentos falleros. En esta ocasión, queremos dedicar un pequeño homenaje a una figura muy especial dentro de las fallas: las falleras mayores infantiles. Sin duda, son las reinas de la fiesta y un ejemplo de valentía, ilusión y dedicación para todos los falleros.
Descubriendo el significado detrás de ser fallero
Ser fallero va más allá de llevar un traje de colores y pasear por las calles en fiesta. Descubrir el significado detrás de esta tradición valenciana es adentrarse en una comunidad llena de historia, emociones y valores.
Las fallas son mucho más que monumentos de cartón y papel maché, son verdaderas obras de arte que representan críticas sociales, políticas y culturales. Cada detalle del monumento tiene un significado y una historia que contar.
Además, ser fallero implica pertenecer a una falla, una gran familia que se reúne durante todo el año para preparar las fiestas y mantener vivas las tradiciones. Es aquí donde se forjan amistades y se comparten vivencias que crean un fuerte lazo de unión entre sus miembros.
La Ofrenda de Flores es uno de los momentos más emotivos de las Fallas. Miles de falleros se visten con sus mejores trajes para llevar flores a la Virgen de los Desamparados, patrona de Valencia. Este acto simboliza la gratitud y el agradecimiento hacia la madre protectora de la ciudad.
Por último, no podemos olvidar el sentimiento de fiesta y diversión que se respira en las calles durante las Fallas. Desde la mascletà hasta la cremà, los falleros y visitantes se unen para disfrutar de la música, la gastronomía y las actividades propias de la fiesta.
Una incursión en el mundo de los falleros: ¿cuántos forman parte de esta tradición?
Las Fallas son una de las fiestas más emblemáticas de la ciudad de Valencia, en España. Todos los años, miles de personas acuden a la capital para disfrutar de estos monumentos efímeros que inundan las calles con color y arte.
Pero, ¿cuántos forman parte realmente de esta tradición tan arraigada en la cultura valenciana?
Según datos oficiales, actualmente hay más de 400 comisiones falleras en la ciudad de Valencia. Cada una de estas comisiones está formada por un grupo de vecinos y vecinas que, junto con artistas falleros, trabajan durante todo el año para crear y plantar sus monumentos falleros.
También hay que tener en cuenta que, aparte de las comisiones oficiales, existen numerosas comisiones falleras que no están inscritas en la Junta Central Fallera, pero que igualmente participan en las fiestas. Por ello, se estima que el número de falleros y falleras en Valencia podría superar los 100.000.
Pero las Fallas no son solo cosa de Valencia capital. En la Comunidad Valenciana hay más de 2.000 comisiones falleras, lo que podría elevar la cifra de participantes en esta tradición a más de 200.000 personas.
Y no solo eso, la influencia de las Fallas se extiende más allá de las fronteras de la Comunidad Valenciana. Se han creado comisiones falleras en ciudades como Barcelona, Madrid o incluso en otros países como México, Japón o Estados Unidos. Por lo que el número de falleros y falleras en el mundo podría ser aún mayor.
Su importancia y alcance va más allá de lo que podamos imaginar.
Rescatando la historia y evolución del Día del Fallero
El Día del Fallero, también conocido como el Día de San José, es una fecha muy importante para todos los amantes de las Fallas en la Comunidad Valenciana.
Esta celebración se remonta a la época medieval, cuando se instauró un día de descanso para los carpinteros y ebanistas, que eran los encargados de la construcción de los monumentos falleros. Con el paso del tiempo, esta fecha se fue vinculando a las Fallas, ya que se elegía el día de San José como el patrón de los carpinteros y, por ende, de los falleros.
Con la llegada del siglo XX, el Día del Fallero empezó a adquirir mayor importancia, convirtiéndose en una jornada festiva en la que se realizaban desfiles, ofrendas a San José y se disfrutaba de la gastronomía típica de la zona.
Con el tiempo, esta festividad fue evolucionando y expandiéndose a otras ciudades fuera de Valencia, como Alicante y Castellón. Además, también se fueron incorporando nuevas actividades y tradiciones, como la mascletà en la plaza del Ayuntamiento y la tradicional paella gigante en la calle.
El Día del Fallero es una celebración que va más allá de las Fallas en sí, ya que es un homenaje a todos aquellos que trabajan duro durante todo el año para hacer posible esta fiesta tan arraigada en la cultura valenciana. Desde el presidente de la comisión fallera hasta el último miembro de la falla, todos son protagonistas en este día y merecen ser reconocidos por su labor.
Por todo esto, es importante rescatar y valorar la historia y evolución del Día del Fallero, una fecha que nos recuerda que las Fallas son mucho más que unos monumentos de cartón piedra. Son una representación de la identidad y la tradición de un pueblo, que cada año se une para honrar a sus falleros y, por supuesto, a su patrón San José.
Un homenaje a la figura de las Falleras Mayores Infantiles
Las Falleras Mayores Infantiles son una parte esencial de las fiestas falleras, siendo las representantes de la alegría y la ilusión de los más pequeños. A pesar de su corta edad, estas niñas desempeñan un papel muy importante en la tradición fallera, y merecen ser homenajeadas y reconocidas por ello.
Las Falleras Mayores Infantiles son elegidas entre todas las niñas de las diferentes comisiones falleras, mediante un proceso de elección que incluye entrevistas personales y pruebas de habilidad y conocimiento sobre las fiestas falleras. Una vez elegidas, son las encargadas de representar a su falla y a todas las falleras y falleros en diferentes actos y desfiles durante todo el año.
Además de su presencia en los diferentes actos falleros, estas niñas también tienen la importante tarea de transmitir los valores de la fiesta a las nuevas generaciones. Son un ejemplo de ilusión, trabajo en equipo, tradición y cultura, y contagian su espíritu fallero a todos los que las rodean.
Por todo esto, es necesario hacer un homenaje a estas pequeñas grandes protagonistas de las fallas. Reconocer y valorar su papel en la fiesta es también una forma de asegurar la continuidad de esta tradición tan arraigada en la cultura valenciana.
Son el reflejo de la ilusión y la magia de la infancia, y merecen todo nuestro respeto y admiración.