como se llama la ciencia que estudia el amor

La ciencia que estudia el amor: desde San Valentín hasta las verdades y mentiras

En la neurobiología del amor, diversos elementos como los neurotransmisores, las hormonas y las feromonas, son fundamentales. Al estar en compañía de alguien a quien amamos, se activan numerosos procesos y se eleva la concentración de hormonas en nuestro cuerpo. Desde tiempos ancestrales, el amor ha sido un tema central en la historia, la cultura y la evolución humana.

Por qué nos enamoramos

Según investigaciones en el campo de la neurología, se estima que alrededor de 12 áreas del cerebro están activas durante el periodo de enamoramiento. Basta con ver o pensar en la persona que nos atrae para que se desaten una serie de neurotransmisores en nuestro cerebro, tales como adrenalina, dopamina, serotonina, oxitocina y vasopresina.

Estos elementos son esenciales para entender por qué nos enamoramos. Estudios revelan que en el primer encuentro amoroso, los niveles de serotonina disminuyen y las áreas de recompensa del cerebro se ven inundadas de dopamina.

De acuerdo a un estudio publicado en 2018 por la Liga Española de la Educación y respaldado por el Ministerio de Sanidad, se ha observado un aumento en la edad de inicio de las relaciones de pareja y sexuales: un 24% de jóvenes tuvo su primera pareja a los 12 años y un tercio ya había tenido relaciones sexuales a los 15.

CIENCIA DE LA CONDUCTA

La afectividad y su observación en la conducta están estrechamente vinculadas con la educación. Entender sus conceptos fundamentales es clave en el proceso de crecimiento de una persona. La educación, cuyo significado etimológico es "sacar de sí", requiere dos elementos esenciales: enseñanza e instrucción. La primera se centra en mostrar conceptos e ideas, mientras que la segunda proporciona las herramientas necesarias para su aplicación. Juntas, permiten el fenómeno de "sacar de sí", fundamental en el desarrollo humano.

La conducta, originaria del término "ducto" que significa conducir o guiar, es el resultado de la enseñanza e instrucción recibida por un individuo. Sin embargo, lo que hace única a cada persona es su capacidad para expresarse de manera propia y auténtica. Este sello personal se forja a través del carácter, el cual tiene influencia tanto genética como social en su formación. Desde el vientre materno, el bebé comienza a percibir la realidad que le rodea.

La piel, a través del tacto, es la primera fuente de sensaciones que experimenta el bebé aún en gestación. Luego le sigue el sentido del oído, seguido por el olfato y el gusto. Tras nacer, se une la vista a esta cadena de sentidos. Estos son elementos clave en la formación del carácter y en la adaptación del infante a su entorno, ya que le permiten recibir y responder a las caricias de sus padres y ser moldeado por ellos.

MADUREZ AFECTIVA

La madurez afectiva es el objetivo principal en el desarrollo de la psíco afectividad. La afectología ofrece modelos dinámicos que explican funciones, realizan análisis y enumeran pasos para incorporar, no solo a nivel intelectual, sino también a través de la experiencia psíco afectiva, conceptos que llevan a niveles más altos de madurez.


La armonía y coherencia entre la elaboración simbólica, la estructura del pensamiento y las vías afectivas son clave para alcanzar la madurez emocional. El individuo toma plena consciencia y asume la responsabilidad de sus acciones.


Comprender a fondo las capacidades afectivas: su evolución, control y manejo, permite al individuo superar los conflictos fundamentales de la sociedad contemporánea, tales como la adicción al sufrimiento (que da origen a una serie de adicciones), el miedo a la muerte, la idolatría al materialismo, la lucha contra creencias ilusorias, la esclavitud del pensamiento irreflexivo y la atracción a lo necrófilo (adoración de la muerte y la derrota, y placer en el sufrimiento propio y ajeno).


CUERPO ANALITICO ANALOGICO

El proceso de "darse cuenta" es crucial para que la persona comprenda la verdadera naturaleza de la cultura. Las herramientas analíticas de la afectología son simbólicas, analógicas y etimológicas...

La amistad entre hombres y mujeres es posible

Un estudio realizado por la Universidad de Wisconsin ha comprobado que la amistad entre jóvenes universitarios de diferente género no es posible. Esto se debe a que en algún momento, una de las partes (o incluso ambas) acaba desarrollando un nivel de atracción sexual diferente. Según los datos, hombres y mujeres tienen una interpretación muy distinta de los mensajes que reciben del sexo opuesto.

En 2010, la antropóloga Hellen Fisher realizó una investigación que determinó que el amor provoca sensaciones placenteras en el cerebro similares a las de las drogas. Para Fisher, el amor es más bien una respuesta fisiológica que una emoción.

Nuestro cerebro experimenta numerosos cambios cuando estamos en una relación sentimental, según el estudio. Durante este estado, se activan regiones relacionadas con la recompensa y la motivación, como el hipocampo, el hipotálamo y el córtex del cíngulo anterior.

Comprendiendo las hormonas responsables del amor

El amor está estrechamente vinculado a dos hormonas clave: la oxitocina y la vasopresina. Estas sustancias son producidas por el hipotálamo y liberadas por la glándula pituitaria, y no solo afectan a las mujeres, sino también a los hombres. Además, tienen un impacto significativo en el sistema cerebral de recompensa y placer, estimulando la liberación de otra hormona: la dopamina.

La Fuerza Inexplicable del Flechazo Realmente Existe el Amor Instantáneo

Helen Fisher, antropóloga de la Universidad de Rutgers, identificó las distintas etapas del amor (deseo, atracción y cariño) y su influencia en las "hormonas del amor". Las mariposas en el estómago y el amor a primera vista son manifestaciones de una reacción química en el cerebro. La primera etapa del amor (deseo) es controlada por hormonas sexuales como el estrógeno y la testosterona, tanto en hombres como en mujeres. La adrenalina acelera el ritmo cardíaco, provoca la sensación de sequedad en la boca y hace que las manos suden, como respuesta normal del organismo a situaciones de estrés. ¿Qué puede ser más estresante que...

Robert Malenka, de la Universidad de Stanford, estudia la influencia de la oxitocina en el amor social

Con el fin de comprender cómo se desarrollan los sentimientos de amor en el cerebro, el investigador Robert Malenka de la Universidad de Stanford ha dirigido su atención hacia el papel de la oxitocina en el amor social. Según él, esta hormona desempeña un papel fundamental en la experiencia de recompensa social, que puede ser experimentada al encontrarse con un viejo amigo o al conocer a alguien especial.

La oxitocina, conocida también como la "hormona del amor"

Entre las diversas sustancias químicas que influyen en el amor, la oxitocina es considerada como una de las principales. Además de estar presente en el enamoramiento, también juega un papel clave en el vínculo madre-hijo y en la excitación sexual. Pero su influencia no se detiene ahí, ya que también es un regulador de importantes funciones corporales como la temperatura, el apetito, la sed, el sueño y las emociones.

En el estudio dirigido por Malenka, se descubrió que la oxitocina se activa durante las interacciones sociales y que esta actividad neuronal es esencial para un comportamiento social normal.

Una explicación científica para la historia de amor entre Albert Einstein y su violín

Quizás te preguntes si la ciencia puede llegar a comprender y explicar la famosa "historia de amor" entre Albert Einstein y su violín. Según los hallazgos de Malenka, esta conexión podría ser simplemente una reacción neurobiológica causada por una combinación de hormonas, el sentimiento de recompensa y neurotransmisores en el cerebro del famoso físico.

El Amor es ciego

El amor es una etapa que activa circuitos cerebrales vinculados a la confianza, solidificando los lazos entre dos personas. Según la catedrática de Bioquímica y Biología Molecular, Natalia López-Moratalla, esta emoción puede ser considerada como "ciega", pues oculta los defectos del otro y acerca a ambos, creando un sentimiento de confianza mutua.

Cuestión de química

Según la antropóloga especializada en sexualidad y relaciones de pareja, generalmente las personas se enamoran de alguien con características similares a las suyas, ya sea en términos de religión, valores, intereses, educación, apariencia y entorno socioeconómico. Esto se debe a que estas similitudes facilitan la conexión y la comprensión mutua en una relación.

A pesar de esto, la experta señala que existen cuatro "personalidades biológicas" que pueden influir en la atracción entre dos personas, lo que se conoce como química entre una pareja.

Estas "personalidades biológicas" se basan en los niveles de dopamina que cada individuo posee, y determinan en gran medida el tipo de personas que nos resultan atractivas. Por ejemplo, aquellos con altos niveles de dopamina suelen ser personas creativas, curiosas, arriesgadas y energéticas, además de flexibles y espontáneas. Por lo tanto, sienten una atracción hacia personas con características similares.

El secreto para triunfar en una relación

De acuerdo a la experta en neurociencia cognitiva, Ortigue, la región del cerebro situada encima de la oreja izquierda desempeña un rol fundamental en el proceso del enamoramiento, ya que es allí donde se forma la imagen que la persona tiene de sí misma.

En este sentido, si alguien sufre de baja autoestima o experimenta una distorsión en su percepción personal, es probable que acabe involucrándose en relaciones amorosas negativas. Incluso, trastornos como la anorexia pueden reflejar cómo la persona maneja sus vínculos afectivos. Por tanto, aquellos que se lamentan por no poder encontrar su "media naranja", deberían enfocarse en mejorar su autoconcepto.

La psicóloga también resalta que la clave del éxito en una relación amorosa radica en la conexión íntima y personal que se establece, independientemente de si existe o no una presencia sexual.

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