de que ciencia proviene la inteligencia artificial

Origen de la inteligencia artificial: una breve historia y sus implicaciones

La inteligencia artificial es una tecnología revolucionaria y de gran alcance, cuya especificidad es difícil de definir con precisión. Se podría clasificar como un sector dentro del ámbito informático, cuyo fin es desarrollar sistemas capaces de desempeñar labores que hasta ahora eran consideradas exclusivas del intelecto humano.

Surgimiento del término de inteligencia sintética

¿Quién inventó la inteligencia artificial?

La inteligencia artificial fue considerada una realidad en 1956, dejando de lado las teorías de Turing. Durante la Conferencia de Darthmouth, tres destacados científicos de la época, John McCarthy, Marvin Minsky y Claude Shannon, acuñaron el término como "la ciencia e ingenio de hacer máquinas inteligentes, especialmente programas de cálculo inteligentes".

Estos científicos predijeron que en menos de diez años la sociedad estaría rodeada de máquinas inteligentes. Sin embargo, la realidad fue diferente y la tecnología se desarrolló de manera tímida en la década de los 90, cuando realmente comenzó la edad de oro de la IA.

A partir de 1990, las grandes compañías tecnológicas realizaron enormes inversiones en esta tecnología. ¿Qué les hizo cambiar de opinión? La razón detrás de esta fuerte apuesta se debe al mundo digital en el que nos encontramos, en el que las empresas se dieron cuenta de la necesidad de mejorar la capacidad de procesamiento y análisis de la enorme cantidad de datos que se avecinaba.

El desafío del ordenador de IBM frente al ser humano

En el año 1997, la inteligencia artificial (IA) alcanzó su momento cumbre con el lanzamiento de Deep Blue por parte de IBM. Este ordenador logró derrotar al campeón mundial de ajedrez, Gari Kaspárov. Este hito fue de tal relevancia que inspiró grandes películas sobre el futuro de la tecnología, en las cuales, por supuesto, la IA era una de las protagonistas.

En esa misma década, surgieron los agentes inteligentes, que dieron lugar más tarde a la creación de sofisticados chatbots y asistentes virtuales como los que conocemos hoy en día.

Un acontecimiento similar se produjo posteriormente con Watson, otro ordenador de IBM que ganó el famoso concurso de preguntas y respuestas "Jeopardy!". "El ordenador de IBM Watson triunfó en su duelo contra el cerebro humano", declaró el presentador del programa televisivo de la cadena norteamericana ABC.

Fueron años en los que empresas como IBM y Microsoft invirtieron grandes cantidades de dinero para liderar la innovación en este campo tecnológico. Actualmente, la IA ya está presente en nuestras vidas y reemplaza a los humanos en diversas actividades. Como resultado, se ha iniciado un proceso de regulación ética de la IA, y todas las empresas son conscientes de la importancia de esta tecnología. ¿Hacia dónde nos llevará exactamente la inteligencia artificial?

Progenitores de la Inteligencia Sintética

En la historia del desarrollo de la inteligencia artificial, encontramos varios actores clave que ayudaron a dar forma a este campo. Entre ellos se encuentran unos cuantos científicos que se consideran los "padres de la IA".

Tal es el caso de Alan Turing, matemático, lógico e informático británico, cuyo trabajo en el Test de Turing y sus amplias contribuciones al mundo de la informática lo convierten en uno de los principales contribuyentes del campo.

Otro de los "padres de la IA" más influyentes es John McCarthy, científico informático estadounidense. Se le atribuye haber acuñado el término "inteligencia artificial" y también desarrolló LISP, un lenguaje de programación ampliamente utilizado en investigación de IA. McCarthy fue galardonado con el premio Turing en 1979.

El Destino que Nos Espera

La Inteligencia Artificial (IA) está experimentando un constante desarrollo, con el potencial de transformar diversas industrias y aspectos de la vida humana. Sin embargo, esta evolución también conlleva preocupaciones éticas y sociales como la posible pérdida de empleos debido a la automatización, sesgos en los algoritmos de IA y problemas de privacidad y seguridad. Es crucial tener en cuenta tanto las oportunidades como los desafíos que plantea esta poderosa y versátil herramienta, con el objetivo de asegurar un futuro positivo y beneficioso para toda la sociedad.

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