
Descubre qué rechaza el positivismo como ciencia y sus críticas principales
La filosofía del positivismo defiende que el único conocimiento verdadero proviene de la interpretación de lo que se puede percibir a través de los sentidos y validar de manera comprobable. Según esta teoría, todo saber genuino proviene de la experiencia de los fenómenos y sus características, o de definiciones obvias y redundantes. Así, lo que se deriva de la razón y la lógica al interpretar la información sensorial, es la única fuente de certeza en todo conocimiento[1]. A los hechos comprobados a través de los sentidos se les conoce como evidencia empírica, por lo tanto el positivismo es una evolución del empirismo.[1]
Las limitaciones del positivismo de Comte
El positivismo, también conocido como filosofía positiva, es una corriente filosófica que defiende que todo conocimiento genuino se restringe a la interpretación de hallazgos positivos. Es decir, aquellos que son reales, perceptibles sensorialmente y verificables.
Según esta corriente, todo conocimiento es verdadero en la medida en que se deriva de la experiencia de los fenómenos naturales y sus propiedades y relaciones, o bien en que es analítico y tautológico. Se contrapone, entonces, a las visiones trascendentales y escolásticas que dominaban en la filosofía antigua.
A lo largo del siglo XIX, el positivismo se consolidó como un nuevo enfoque filosófico, en oposición a las perspectivas tradicionales que afirmaban un conocimiento basado en propiedades eternas y creadas por Dios. Estas últimas creían que la razón y la mente eran las fuentes del conocimiento.
Esta postura influyó en la demanda de que los hallazgos positivos fueran interpretados sin la necesidad de recurrir a explicaciones teológicas o metafísicas, en contraste con lo que se había practicado hasta ese momento.
Con el paso del tiempo, surgieron diversas aproximaciones al positivismo, que estuvieron relacionadas con filósofos como Henri de Saint-Simon (1760-1825), Auguste Comte (1798-1857), Hippolyte Taine (1828-1893), Jean-Marie Guyau (1854-1888), Jeremy Bentham (1748-1832), James Mill (1773-1836), John Stuart Mill (1806-1873), Charles Darwin (1809-1882), Herbert Spencer (1820-1903), Roberto Ardigò (1828-1920), Ludwig Feuerbach (1804-1872), Eugen Dühring (1833-1921), Friedrich Nietzsche (1844-1900), Ernst Mach (1838-1916), Ernst Laas (1837-1885), Richard Avenarius (1843-1896), Hans Vaihinger (1852-1933), Friedrich Jodl (1849-1914), entre otros.
Quién rechaza el positivismo
¿Qué es el Positivismo y cuáles son sus características?El positivismo es una corriente filosófica que sostiene que el conocimiento proviene exclusivamente de la experiencia y que este puede ser respaldado a través del método científico. Por lo tanto, rechaza cualquier forma de conocimiento previo a la experiencia.
Epistemológicamente hablando , el positivismo significa ser libre de prejuicios o sin valor. En otras palabras, no se basa en ideas previas o a priori, ya que todo debe ser demostrado objetivamente a través del método científico. Este término surgió en Francia durante el siglo XIX.
Aunque el filósofo francés Saint-Simon fue el primero en mencionar el positivismo, fue el sociólogo y filósofo francés Auguste Comte (1798 - 1857) quien popularizó esta corriente junto con el filósofo y político británico John Stuart Mill (1806 - 1873).
Historiaeditar
Augusto Comte y su teoría de las tres etapas: [Auguste Comte] fue el primero en exponer la perspectiva epistemológica del positivismo en su obra Curso de filosofía positiva, una serie de textos publicados entre 1830 y 1842. Más tarde, en 1844, publicó Una visión general del positivismo. Los primeros tres volúmenes del Curso se centran en las ciencias físicas ya existentes como las matemáticas, astronomía, física, química y biología. Mientras que los dos últimos hacen hincapié en el inevitable avance de las ciencias sociales. Comte consideraba que las ciencias físicas debían desarrollarse primero para que la humanidad pudiera enfocar sus esfuerzos hacia la "ciencia verdadera".Este filósofo propuso una explicación de la evolución social, basándose en la "ley de los tres estados". Según esta ley, la sociedad experimenta tres fases en su búsqueda de la verdad. Curiosamente, esta idea comparte cierta similitud con la teoría marxista del progreso hacia el comunismo (véase materialismo dialéctico), aunque Marx rechazaba el positivismo.[5] La razón de esta similitud es que tanto Comte como Marx se vieron influenciados por el socialista Henri de Saint-Simon.
Para Comte, estas tres fases rigen el desarrollo de la sociedad. Son sucesivas, es decir, una etapa se alcanza una vez que se ha completado la anterior. Se trata de un progreso gradual hacia la ciencia verdadera.[10]
Corrientes positivistaseditar
Corrientes positivistas:El positivismo ideológico, el empiriocriticismo, el positivismo metodológico o conceptual, el positivismo analítico, el positivismo sociológico, el positivismo realista, el iuspositivismo y el neopositivismo (empirismo lógico o positivismo lógico) son algunas de las corrientes positivistas que existen. Estos enfoques han sido ampliamente analizados por filósofos y epistemólogos, quienes se encargan de evaluar su validez y coherencia. Sin embargo, cabe destacar que la crítica sociológica y epistemológica al positivismo no es necesariamente incompatible con este enfoque.
En el ámbito del derecho, se encuentra el positivismo jurídico o iuspositivismo, el cual a diferencia del positivismo filosófico, se centra en la consideración del derecho como una creación humana. Es importante mencionar que este enfoque no se relaciona directamente con el positivismo, sino que se basa en el concepto de derecho positivo.
En cuanto a la psicología, podemos encontrar varias escuelas que se basan en el positivismo para el estudio del ser humano, entre ellas destaca el cognitivo-conductual. Sin embargo, es necesario mencionar el avance de la neurociencia, la cual ha abarcado temas mentales que antes parecían misteriosos desde una perspectiva naturalista. Este constante progreso ha permitido un mayor entendimiento del ser humano y su comportamiento, gracias al enfoque positivista.
Los aspectos desfavorables del enfoque positivista
Posible toxicidad del positivismoExisten señales que indican la presencia de positivismo dañino, según lo señalado por las especialistas Samara Quintero y Jamie Long.
Una de las manifestaciones más comunes es ocultar o fingir sentirse bien, en lugar de afrontar los verdaderos sentimientos. También puede surgir culpa por tener emociones negativas.
Otra forma de positividad tóxica es minimizar o invalidar las experiencias de los demás al decirles frases como "todo estará bien" o "hay que ser positivos". En lugar de reconocer sus emociones, se les da falsas esperanzas.
En algunos casos, se intenta consolar a alguien ofreciéndole puntos de vista, diciendo que "podría ser peor". Sin embargo, esto puede ser perjudicial ya que no se validan sus sentimientos o experiencias. También se puede recurrir a atacar, humillar o castigar a aquellos que expresan frustración, ansiedad o tristeza, en lugar de apoyarlos.
Finalmente, ignorar los sentimientos y aceptar la situación con frases como "así pasa" también puede ser una forma de positivismo tóxico, ya que se evita abordar y resolver los problemas subyacentes. Es importante aprender a manejar nuestras emociones y permitirnos sentir lo que sentimos sin juicios ni censura.
Característicaseditar
- La teología, en la que se recurre a la idea de un ser superior para explicar los fenómenos.
- La metafísica, que busca explicaciones en conceptos abstractos y universales.
- La ciencia positivista, que se enfoca en la observación y la experimentación para explicar los fenómenos de manera objetiva.
En esta última fase, el positivismo rechaza cualquier tipo de especulación o interpretación subjetiva y busca encontrar leyes generales y universales en todos los fenómenos. Además, el monismo metodológico propuesto por el positivismo defiende que todas las ciencias deben seguir el mismo método de investigación, basado en la observación y la experimentación.
Asimismo, el positivismo ve al conocimiento científico como una herramienta para explicar causalmente los fenómenos y busca eliminar cualquier influencia de la filosofía en las ciencias. La razón es vista como un medio para alcanzar este objetivo y no como un fin en sí misma.
Esta corriente considera a la razón como un medio para alcanzar este fin y promueve un sistema de monismo metodológico en todas las ciencias.
La perspectiva del positivismo hacia la ciencia
En el campo de la investigación y práctica de enfermería, el positivismo ejerce una gran influencia. Se trata de una de las principales corrientes que han moldeado el enfoque de estas disciplinas. Sin embargo, es importante reconocer que no es el único paradigma imperante. En este artículo, nos enfocaremos en describir el papel que juega el positivismo y sus características dentro del contexto de la enfermería.
Es importante destacar que esta corriente no está exenta de controversia. Frente a ella, encontramos a la hermenéutica, que se opone a la explicación puramente científica que propone el positivismo. En cambio, aboga por el método de la comprensión de los fenómenos.
Uno de los principales aspectos del positivismo es su orientación hacia la observación y la medición de los fenómenos. Esto se traduce en la búsqueda constante de leyes universales que expliquen los fenómenos de manera objetiva. Además, se enfoca en la separación entre el sujeto investigador y el objeto de estudio, lo que promueve una perspectiva distante y objetiva.
Otra característica destacable es su enfoque en la experimentación y la verificación empírica de las hipótesis planteadas. De esta manera, busca una verdadera validación de los conocimientos obtenidos, lo que le otorga un carácter riguroso y científico a la investigación en el campo de la enfermería.
Sin embargo, es importante señalar que esta postura también tiene sus limitaciones, ya que descarta aspectos subjetivos y emocionales que pueden ser fundamentales en el cuidado de la salud. Por lo tanto, la complementariedad con otras corrientes y enfoques es necesaria para una visión más completa y holística de la enfermería.
No obstante, su aplicación exclusiva puede limitar la comprensión de otros aspectos igualmente relevantes en la atención de la salud.